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gerardocabrejo-humor

El viernes 8 de Diciembre cuando Pinochet se recupera de un infarto

El viernes 8 de Diciembre cuando Pinochet se recupera de un infarto

De padres a hijos... de hijos a padres

De padres a hijos... de hijos a padres

Caricatura publicada en Tutelandia www.lanacion.com.ar

Alan ¡ Ríndete pu !

Alan ¡ Ríndete pu !

La libró. ¡ Si no hubiera sido por Humala !

La libró. ¡ Si no hubiera sido por Humala !

Dale compañero Ollanta, tienes que ganar

Dale compañero Ollanta, tienes que ganar

El Poder de la leche

Un Ingeniero algo ingenuo, que llevaba meses viajando para atender sus clientes, volvió a su hogar y descubrió sorprendido que tenia un hijo negro. Debido a que el era totalmente blanco, al igual que su esposa, le pregunto a ella.

- Pero como es posible que tengamos un hijo negro si yo soy blanco y tu también?

La esposa, muy tranquila respondió:

- Veras, como no tenia leche, tuve que buscarme una mama de cuna para que amamantara al niño y como ella era negra el niño, se puso de ese color...

El Ingeniero, no muy convencido, decidió ir a consultarlo con su madre, a quien le contó la historia y la madre respondió:

- Claro que puede ser. Fíjate, por ejemplo, en ti mismo. Desde pequeño, cuando naciste, tuve una enfermedad que me impedía amamantarte y entonces te di leche de vaca y mira.... Que lindos CUERNOS te están saliendo !!! SO COJUDO !!!

Recogido de Internet

Al final no le quedará otra

Al final no le quedará otra

Caricatura de Carlín

Ya noz canzazte...Hazta nunca

Ya noz canzazte...Hazta nunca

Caricatura de Alfredo

Me refería a que le pidas mayor plazo para pagar mis deudas

Me refería a que le pidas mayor plazo para pagar mis deudas

Caricatura de Carlín

La profesora Vargina Rodríguez

Era el primer día de clases y la nueva maestra, al entrar al salón y se presenta: "Mi nombre es Vargina Rodríguez. Quiero que todos aprendan bien mi nombre. Mañana se los pregunto y quién no lo sepa, vá a tener un serio problema."

A la mañana siguiente, la maestra entra al salón, se encuentra con Pepito, y le pregunta:

"¿Cuál es mi nombre?"

Pepito no se acordaba. Pasaban los minutos y no contesta. La maestra se impacientaba.

Carmencita, que estaba sentada detrás de Pepito, decide ayudar y, susurrando, le sopla una pista:

"Es lo que tienen las mujeres entre las piernas, pero con una "r" en el

medio."

Pepito, sin vacilar, entonces le contesta a la maestra:

"Su nombre es Churcha Rodríguez".

Anónimo recibido por Internet

Y también con el 2% de los periódicos, de los comentaristas políticos, de los analistas económicos, de los...

Y  también con el 2% de los periódicos, de los  comentaristas políticos, de los analistas económicos, de los...

Caricatura de Carlín

Carga Lulú...carga... que para eso la ponemos

Carga Lulú...carga... que para eso la ponemos

Caricatura de Carlín

Sabiduría árabe, psicosis gringa

Un viejo árabe vivía en el desierto de Idaho en Estados Unidos, desde hacía 40 años. Quería plantar papas en su jardín, pero arar la tierra ya era un trabajo muy pesado para él. Su único hijo Ahmed, estaba estudiando en Francia. Entonces el hombre viejo decide mandarle un mail explicándole el problema:

"Querido Ahmed: Me siento mal porque no voy a poder plantar mi jardín con papas este año. Estoy muy viejo para arar las parcelas. Si tú estuvieras aquí, sé que revolverias la tierra por mí. Qué Alá esté contigo. Te quiere, papá"

Pocos días después recibe un mail de su hijo: "Querido papá, por todo lo que más quieras, no revuelvas la tierra de ese jardín. Ahí es donde tengo escondido aquello. Te quiere, Ahmed"

A eso de las cuatro de la madrugada, aparecen la policía local, agentes del FBI, de la CIA y representantes del Pentágono que dan vuelta a toda la tierra del jardín buscando materiales para construir bombas, ántrax o lo que sea. Pero, no encuentran nada y se van.

Ese mismo día en horas de la tarde, el viejo árabe recibe otro mail de su hijo:

"Querido papá: Seguramente ya podrás plantar las papas. Es lo mejor que pude hacer por ti desde acá. Te quiere, tu hijo Ahmed".

Anónimo, recibido por Internet

¡Madre Mía! ¡conversa con los muertos!...quiere decir que lo conocen

¡Madre Mía!  ¡conversa con los muertos!...quiere decir que lo conocen

Caricatura de Alfredo

Tiene esperanzas...aunque puede quitarle indecisos a Lulú...o no?

Tiene esperanzas...aunque puede quitarle indecisos a Lulú...o no?

Caricatura de Carlín

La caricatura de ayer continúa...pasa que está cayendo al hoyo

La caricatura de ayer continúa...pasa que está cayendo al hoyo

Caricatura de Alfredo

Aunque no es por el dedo, parece que se cae

Aunque no es por el dedo, parece que se cae

Caricatura de Carlín

Excelente, Lulú subió a 52, pero...

Excelente, Lulú subió a 52, pero...

Caricatura de Alfredo

Lancelot, Merlín y el Rey Arturo

Lancelot era un alto funcionario de la corte del Rey Arturo.

Hacía ya algún tiempo, él albergaba el deseo de disfrutar los voluptuosos pechos de la reina hasta extasiarse.

Un día le reveló su deseo secreto a Merlín, el consejero del rey, y le pidió que lo ayudara.

Después de pensarlo bien, Merlín estuvo de acuerdo en ayudarlo, a cambio de mil monedas de oro.

Lancelot aceptó el precio.

Al día siguiente, Merlín preparó un líquido que causaba comezón y lo derramó en el brassiere de la reina, aprovechando el baño de la soberana.

Poco después empezó la comezón en sus pechos, aumentando en intensidad a medida que pasaban las horas, poniendo al rey muy preocupado.

Enseguida llamaron a Merlín para solicitar su opinión sobre el caso, a lo que él contestó que solamente una saliva muy especial, aplicada por un período de cuatro horas, curaría el mal.

Merlín también dijo que afortunadamente esa saliva podría ser encontrada en la boca de Lancelot.

El rey Arturo mandó a llamar a Lancelot inmediatamente, quien, por las siguientes cuatro horas, chupó salvajemente los pechos de la reina

Lamiendo, mordiendo, apretando y acariciando los pechos de su alteza

Lancelot hizo su sueño realidad. Satisfecho, se encontró horas más tarde con Merlín.

Como la misión de éste ya estaba cumplida y su libido satisfecha, él se negó a pagar las mil monedas de oro acordadas con Merlín, el consejero consejero real.

Lo hizo porque Lancelot sabía que, naturalmente, Merlín nunca podría contar al rey la verdad. Pero.... había subestimado a Merlín.

Al día siguiente, Merlín, para vengarse, colocó el mismo líquido en los calzoncillos del rey, quien inmediatamente mandó llamar a Lancelot para que soluciones el problema

Moraleja: Nunca subestimes a nadie y claro...siempre paga tus deudas

La Lulú aunque se vista de seda...en la Derecha se queda

La Lulú  aunque se vista de seda...en la Derecha se queda

Caricatura de Alfredo